
El camino hacia un retiro en México se ha visto empañado por un problema creciente: el llamado “coyotaje”. Esta práctica se refiere a las acciones indebidas de intermediarios que, mediante publicidad engañosa y promesas falsas, buscan lucrar a costa del patrimonio de los trabajadores. Si bien el término puede sonar ajeno, sus consecuencias son muy relevantes y pueden afectar significativamente tu derecho a una pensión, el monto final que recibas y, en el peor de los casos, tus semanas cotizadas.
Entender cómo operan estos intermediarios es el primer paso para proteger tu futuro financiero. A lo largo de este artículo, exploraremos qué es el “coyotaje” en el contexto de las Afores, cómo se manifiesta en dos de sus modalidades más comunes y, lo más importante, qué acciones puedes tomar para evitar caer en sus trampas.
En el ecosistema del retiro, los llamados “coyotes” son personas o despachos privados no autorizados que actúan como intermediarios entre el trabajador y su Afore. Utilizan tácticas de marketing agresivas, como llamadas telefónicas o anuncios en redes sociales, para ofrecer “soluciones” rápidas y aparentemente sencillas con la finalidad de acceder a los recursos de la cuenta Afore. El modo en el que operan esto se centra en la desinformación y la prisa, prometiendo trámites rápidos o beneficios que, en realidad, no existen.
Las autoridades regulatorias han señalado que estas prácticas indebidas, como el coyotaje y la simulación de incrementos salariales, no solo afectan el ahorro de las y los trabajadores, sino que también pueden disminuir sus semanas cotizadas, afectar su derecho a una pensión o reducir significativamente su monto al momento del retiro.
El “coyotaje” no es una práctica única, sino que se manifiesta en al menos dos de las formas más peligrosas para tu patrimonio de retiro: el retiro por desempleo fraudulento y la manipulación de salarios.
Este es uno de los métodos más comunes. Los intermediarios se acercan a trabajadores que han perdido su empleo y prometen “ayudarles” a retirar el 100% de los recursos de su Afore de forma inmediata. La realidad es que el trabajador solo tiene derecho a retirar una parte de su saldo de la subcuenta de Cesantía en Edad Avanzada y Vejez, siendo una cantidad que oscila entre 30 y 90 días de su salario, dependiendo de la antigüedad de su cuenta.
El “coyote” cobra una comisión exorbitante por este “servicio”. El mayor riesgo no es solo la pérdida de dinero, sino que el trabajador, sin saberlo, pierde semanas de cotización que le son indispensables para alcanzar los requisitos de la pensión. Miles de trabajadores han sido víctimas de este fraude, perdiendo un promedio de 165 semanas cotizadas. Para alguien bajo la Ley 73, que necesita 500 semanas, puede significar la pérdida total del derecho a una pensión.
Esta práctica, a menudo operada por despachos privados, es aún más sofisticada y peligrosa. Se promociona como una forma de “mejorar” la futura pensión del trabajador. Estos intermediarios prometen gestionar un supuesto “aumento de salario” ante el IMSS para inflar la base de cotización.
Aunque el trabajador pueda ver un incremento ficticio en su salario diario promedio, este tipo de trámite es ilegal. El IMSS tiene la capacidad de detectar estas inconsistencias y, al hacerlo, no solo anula el supuesto aumento, sino que puede descontar las semanas cotizadas y generar multas tanto al trabajador como a la empresa, poniendo en riesgo el monto final de la pensión. Esta práctica es una estafa que se aprovecha del desconocimiento de los trabajadores sobre las reglas del sistema de ahorro para el retiro.
La magnitud del problema es alarmante. Las autoridades reguladoras han reportado un aumento en las quejas relacionadas con fraudes en el sistema de Afores. Los intermediarios fraudulentos suelen cobrar comisiones que van desde el 20% hasta el 50% del monto retirado por el trabajador, lo que representa una pérdida significativa de su ahorro.
Diversos organismos, como la Asociación Mexicana de Actuarios (AMAT), han advertido que estas prácticas no solo afectan a las finanzas individuales, sino que debilitan la confianza en el sistema de pensiones en general. La pérdida de semanas cotizadas es un golpe especialmente duro, ya que el trabajador no solo ve su dinero reducido, sino que pone en peligro su capacidad para cumplir con los requisitos mínimos de pensión.
Para evitar ser víctima de un fraude, mantente alerta ante estas señales:
El “coyotaje” es una amenaza real que se alimenta de la falta de información y la necesidad económica de los trabajadores. Comprender sus mecanismos y tomar medidas proactivas es fundamental para proteger el esfuerzo de toda una vida. Tu pensión es un derecho y un patrimonio; no permitas que un intermediario fraudulento te lo arrebate.
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