
¿Sabes qué son las finanzas sostenibles? Conoce aquí todos los detalles y qué elementos considerar.
Las finanzas sostenibles tienen un tiempo presentes en el entorno económico, con el claro objetivo de caminar hacia un manejo del dinero responsable a gran escala. Aún así, el tema requiere mayor difusión, por lo que es importante abordarlo con claridad para que cuentes con información precisa y te sumes a un cambio positivo en el mundo.
En México, existen avances concretos. Por ejemplo, se estima que para 2025, el 84.5% del presupuesto federal estará vinculado al menos con un Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Por ello, es un buen momento para conocer este nuevo enfoque de desarrollo económico.
Las finanzas sostenibles son la integración de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG o ESG) en los procesos de toma de decisiones financieras. Una definición sencilla y clara de las finanzas sostenibles se refiere al uso y movilización de los recursos provenientes de fuentes de financiamiento, ya sean nacionales, internacionales, públicas o privadas, con el objetivo de destinarlos a proyectos y acciones que generen beneficios medioambientales y sociales.
En concreto, se trata de un enfoque orientado a promover prácticas sostenibles que impulsen un desarrollo económico sin comprometer la estabilidad ecológica ni la cohesión social. Es decir, que protejan la salud del planeta y fomenten la sana convivencia de las personas. Estas prácticas buscan ser equitativas, inclusivas, menos contaminantes y capaces de responder a la crisis climática.
Como las finanzas y el desarrollo sostenible representan un cambio de modelo en el uso de los recursos económicos, representan no solamente evaluar los rendimientos o ganancias monetarias, sino también considerar los factores ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) y los efectos del manejo de capital en el entorno natural, industrial y de las comunidades.
En lugar de centrarse únicamente en indicadores como el retorno de inversión (ROI), la rentabilidad (ganancias) o los ingresos y gastos, se incluyen otros factores. Por ejemplo, el respeto de los derechos humanos, la reducción de la huella de carbono y la gestión económica transparente por parte de compañías de cualquier tamaño y de los gobiernos. Esta tendencia global es innegable: la inversión sostenible global alcanzó los 30.3 billones de dólares a principios de 2022, según el Global Sustainable Investment Review 2022 de la Global Sustainable Investment Alliance. Aunque esta cifra refleja una metodología de medición más rigurosa, demuestra el creciente peso y la madurez de los factores ASG en el mercado financiero.
Para poder tener un entendimiento más a fondo de este tema, es conveniente analizar detalladamente los factores principales que lo componen:
El principal pilar de este innovador enfoque de finanzas se encuentra en los criterios ASG, que son los siguientes:
Integrar estos criterios dentro de las consideraciones financieras a nivel nacional y mundial tiene el objetivo de identificar riesgos que antes no se consideraban. Además, busca detectar oportunidades de mejora que favorezcan un entorno industrial más sostenible, capaz de mantenerse en el tiempo sin dañar los recursos naturales ni usarlos de manera desmedida.
También está el elemento de la Inversión Socialmente Responsable (ISR), donde puedes tener un papel activo al decidir dónde invertir tu dinero. Esto se materializa en fondos de inversión que cumplen con estándares de sostenibilidad y ética. En México, el interés en la ISR está en ascenso; de hecho, si bien el financiamiento ASG superó por primera vez los 100 mil millones de pesos en un año durante 2023, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) reportó que en 2024, el 27% de los bonos colocados correspondieron a deuda ASG, sumando más de 71 mil millones de pesos, lo que demuestra la consolidación de estos instrumentos en el mercado local.
En contraste con las inversiones tradicionales, las que son socialmente responsables se basan en la aplicación de filtros negativos, es decir, excluyen sectores de alto impacto, como combustibles fósiles o tabaco, y también de filtros positivos, apoyando a empresas con prácticas basadas en criterios ASG.
Otro aspecto que caracteriza las ISR es la posibilidad de que los inversionistas ejerzan su voz para propiciar cambios favorables en las industrias.
Aparte de comenzar a invertir con un enfoque en el cuidado del entorno, este es otro pilar de las finanzas y desarrollo sostenible, pues involucra instrumentos que destinan recursos a iniciativas con beneficios sociales o ambientales comprobables, por parte de gobiernos o empresas, como:
El objetivo es facilitar el acceso al financiamiento para quienes buscan generar un impacto positivo, brindándoles más respaldo para que puedan llevar adelante sus proyectos.
Con todos estos ejes se contribuye para garantizar que se logren los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los que están tomar acciones por el clima, generar un consumo y producción responsables, energía asequible y no contaminante, terminar con la pobreza y el hambre, lograr mayor salud y bienestar, igualdad de género, trabajo decente, cuidado del agua, entre otros.
Así, desde los negocios locales hasta las grandes empresas se convierten en agentes de cambio. Al adoptar este enfoque, fortalecen su reputación y generan confianza, lo que favorece un ciclo de crecimiento, rentabilidad a largo plazo y responsabilidad.
Con la Inversión Socialmente Responsable (ISR) y el financiamiento de proyectos orientados hacia la sostenibilidad, las personas e industrias pueden contribuir con su granito de arena para aportar a un futuro más justo y saludable para todos.