De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y con apoyo de la CONDUSEF, solo un 17.8% de las personas mayores de edad presentó un nivel alto de bienestar financiero, mientras que un 50.8% dijo tener un nivel medio bajo o bajo en este índice.
Por lo tanto, la mitad de la población encuestada percibe que su bienestar económico no es suficiente. Esto es muy importante porque dicho concepto se refiere a la sensación de seguridad y control que una persona siente respecto a su situación financiera.
Es decir, que significa tener no solo la capacidad de satisfacer las necesidades básicas, sino también la posibilidad de planificar y disfrutar de un futuro estable.
En una realidad donde las decisiones económicas son cada vez más complejas, la educación financiera se convierte en una herramienta esencial para alcanzar el anhelado bienestar económico y evitar deudas.
Aprender las mejores prácticas para manejar el dinero, planificar gastos y hacer inversiones inteligentes resulta fundamental, ya que así puedes transformar tu vida, creando estabilidad al aprovechar las oportunidades para crecer y prosperar.
Con una buena educación financiera también puedes evitar cometer errores en el manejo de tu economía, disfrutando de finanzas sanas y evitando el estrés financiero. Este es un problema que sufre el 36.9% de la población encuestada, según la ENSAFI, (Encuesta Nacional sobre Salud Financiera). Si se mantiene en el tiempo, incluso puede repercutir en la salud con padecimientos como malestar estomacal, dolor de cabeza y cambios en la presión arterial.
En conclusión, la importancia de la educación financiera en México consiste en fomentar que cada vez más personas puedan disfrutar de una mayor calidad de vida y así elevar el nivel económico en general del país.
Cuando eres consciente del destino de tu dinero, tienes una mayor capacidad de administrarlo de manera que mejoren tus finanzas y trasladar ese bienestar a tu familia. Para lograrlo, te compartimos las siguientes recomendaciones:
No subestimes el poder de los presupuestos. Tener uno te permitirá administrar adecuadamente tus gastos e ingresos. Obtienes claridad sobre tu situación financiera e identificas en qué puedes ahorrar.
Recuerda que un buen presupuesto no es estático; debe revisarse y ajustarse regularmente para que se adapte a los cambios en tus ingresos o gastos. Además, es crucial que consideres cada categoría, calculando cuánto gastas en transporte, alimentación, servicios básicos, vivienda, productos personales, etc.
La idea es que tengas presente en qué se va tu dinero y los gastos innecesarios que puedes recortar para alcanzar tus objetivos financieros.
Ahorrar y hacer crecer ese capital es la base del bienestar económico. Por ello, se recomienda destinar al menos el 20% de tus ingresos mensuales a una cuenta de ahorros o un esquema de inversión creciente, que te permita obtener rendimientos por mantener ahí tu dinero y con la posibilidad de poder retirarlo cuando lo necesites.
Además, es importante que aprendas más sobre inversiones, así haces que el dinero trabaje para ti y lo proteges de los efectos de la inflación. Por ejemplo, estudia conceptos como tasa de interés, así como las características de los diferentes instrumentos de inversión y procura conocer también los riesgos que conllevan. Sobre todo, considera antes de invertir tu dinero, verificar que las empresas estén debidamente reguladas en México.
Es crucial definir tus objetivos y que sean alcanzables para mantenerte motivado con el fin de lograr tu bienestar financiero. Al tener claridad sobre esas metas, puedes diseñar un plan de acción que te ayude a alcanzarlas. Por ejemplo, si tu objetivo es comprar una casa, puedes determinar cuánto necesitas apartar cada mes y ajustar tu presupuesto para incluir esa cantidad.
Asimismo, es necesario que te enfoques en atender las prioridades. Por ejemplo, liquidar deudas, especialmente aquellas con altas tasas de interés, para así enfocarte en tu bienestar y pensar en el futuro, como aportar a tu ahorro para el retiro.
Con educación financiera también puedes entender la relevancia de contratar ciertos seguros y tener un fondo de emergencia para mitigar riesgos y afectaciones en tu economía. Esto te brinda herramientas para hacer frente a imprevistos, como gastos médicos o reparaciones inesperadas, sin tener que endeudarte.
Además, ten en cuenta la relevancia de invertir en tu protección; por ejemplo, tener un seguro de auto y de vida. Considera que la planificación para el futuro incluye no solo ahorrar e invertir, sino también saber que estás protegido ante situaciones que podrían afectarte.
Recuerda que prepararte para el futuro significa tener una visión a largo plazo. Así que, cuanto antes empieces a trabajar en tu bienestar financiero, más seguro y tranquilo te sentirás en cuanto a tu porvenir. Una sólida educación financiera no solo te ayuda a enfrentar los desafíos de la vida, sino que también te brinda la libertad de disfrutar de tus logros y vivir con confianza.
Comienza ahora mismo a informarte y a planificar tu futuro financiero. Tu bienestar depende de las decisiones que tomes hoy.