Una buena educación financiera será la clave para sacarle mejor provecho a tus ganancias e invertirlas de forma exitosa, para aumentar tu dinero y poder cumplir esas metas a largo plazo que te has propuesto. Si quieres sacar ventaja y hacer rendir tu capital, conocer el mundo de las inversiones es un buen primer paso.
La clave para construir un futuro financiero sólido está en tus manos. ¡Haz que tu dinero trabaje para ti! Antes de sumergirte en el mundo de las inversiones, es fundamental que comprendas los conceptos básicos y los riesgos asociados. Dominar los conceptos clave de inversión es el primer paso para construir un portafolio sólido y diversificado, si cuentas con tu fondo de emergencia, y has aprendido cómo ahorrar dinero, tal vez sea momento de considerar iniciar a invertir.
¿Quieres hacer crecer tu dinero y alcanzar tus metas financieras? La inversión es la clave. Al invertir, estás destinando tus ahorros a activos que tienen el potencial de generar ganancias a largo plazo. Imagina que la inversión es como sembrar una semilla: hoy inviertes, y mañana cosechas los frutos.
No todas las inversiones son iguales. El rendimiento de tus inversiones dependerá de diversos factores, como el tipo de activo, (entendiendo por este concepto algo que puedes convertir en dinero en efectivo o que genera ingresos en el futuro), el mercado ( el espacio dónde se concreta la transacción económica entre quien ofrece un producto o servicio ) y el horizonte de tiempo. Es fundamental que conozcas estos factores para tomar decisiones informadas. Antes de invertir, es esencial que te informes sobre los diferentes tipos de instrumentos financieros y los riesgos asociados.
La inversión es un camino, no un destino. Para alcanzar tus objetivos financieros, necesitarás un plan de inversión personalizado que se adapte a tu perfil de riesgo y tus metas a largo plazo.
Si dominas estos conceptos, estarás en camino de ser un experto en el manejo de cualquier cuenta de inversión. ¡Conócelos!
Un instrumento de inversión hace referencia al tipo de activo en el que estás invirtiendo tu dinero. Cada instrumento tiene sus propias características, capacidad de crecimiento y riesgos asociados. Algunos ejemplos comunes de instrumentos son:
Los rendimientos son las ganancias que genera el capital que fue invertido. Es el dinero agregado que obtienes, que comúnmente se expresa en un porcentaje de la inversión inicial.
Es importante aclarar que no es lo mismo que rentabilidad. Mientras el rendimiento es la ganancia absoluta, la rentabilidad se refiere a evaluar qué tan provechoso fue el retorno de la inversión, en relación con los recursos utilizados. Es decir, aunque haya rendimientos, la rentabilidad puede ser baja o alta.
Este refiere a la probabilidad de que el activo, en vez de subir su valor, lo baje, de manera que pierdas tu inversión. Se relaciona estrechamente con los rendimientos. Generalmente, los instrumentos de inversión que generan mayores rendimientos son aquellos cuyo valor fluctúa más y, por tanto, implican grandes riesgos.
El riesgo se clasifica en tres perfiles:
Diversificar consiste en repartir tu capital a invertir en diferentes instrumentos a la vez. Así, reduces el riesgo, pues si un activo llegase a bajar su valor e incluso presentará pérdidas, seguirás teniendo la posibilidad de obtener buenos rendimientos de los otros.
Esta es simplemente la capacidad que tiene un activo para poder convertirse en dinero de manera inmediata, sin que en dicha operación pierda valor. Existen ciertos activos cuya venta es más fácil en todo momento, y otros que son complejos de liquidar.
El plazo es el periodo en el que el dinero estará trabajando para generar rendimientos, antes de que puedas recuperarlo. Existen:
Las inversiones, al hacerse normalmente a través de entidades financieras, implican ciertos costos adicionales por operación y servicios. Estas son las comisiones, que pueden ser fijas o ajustarse de acuerdo a un porcentaje de la transacción. Es un aspecto que debes investigar bien, pues afecta directamente qué tan rentable es un activo.
Esta se refiere esencialmente a las subidas o caídas que puede experimentar la rentabilidad de un instrumento de inversión en un periodo. Una alta volatilidad habla de una estabilidad menor y, en consecuencia, de un riesgo mayor, con altas probabilidades tanto de pérdida como de ganancia.
Ahora que conoces mejor los conceptos básicos relacionados a las inversiones, es importante que sepas que, así como hay diferentes instrumentos a los que puedes recurrir, existen diferentes tipos de inversión, según sus condiciones.
Anímate a ahondar más en el tema e investiga nuestra guía para iniciarte en este mundo. Ya sea que quieras inversiones a corto plazo que te entreguen ganancias pronto o quieras animarte con una inversión a largo plazo, la clave es que encuentres el instrumento y tipo de inversión que se adapte a tus capacidades y metas.