
Al ser padre las finanzas se deben organizar con más detalle para lograr los nuevos objetivos financieros.
Si eres padre, es muy probable que necesites ajustar tus metas financieras para fortalecer tu economía familiar y así asegurar el bienestar de tus hijos, a fin de que en tu hogar no falte comida, ropa, servicios básicos o educación.
Durante el 2025 se espera que nazcan en México 2,019,907 personas, por lo que la importancia de ahorrar para el futuro para hacer frente a las nuevas responsabilidades que trae la paternidad y afianzar el bienestar de tu hijo a largo plazo, se vuelve vital.
Tener metas financieras bien definidas es clave para que tus hijos tengan una buena vida. Logralo con estas estrategias:
Con más personas en casa, debes ajustar el presupuesto. Te recomendamos que identifiques puntualmente todos tus ingresos mensuales y ordenes los gastos de acuerdo a las necesidades de tu hogar y las oportunidades de ahorro.
Aquí se puede involucrar a toda la familia, incluso a los niños, si ya tienen una edad en la que expresen lo que requieren. De ese modo aprenderán desde temprano el valor del dinero.
Los imprevistos están a la orden del día y pueden ser diversos si eres padre. Por ejemplo, una enfermedad que implique gastos médicos o pagar más de lo contemplado en luz y agua a causa de que la familia está creciendo, entre otros.
Para eso debes tener un fondo de emergencia, el cual es una cantidad que se ahorra únicamente para esas necesidades que surgen fuera del presupuesto, y es recomendable que sea de entre 3 meses y 6 meses de sus gastos básicos.
La educación es un pilar fundamental para los niños, por eso en el presupuesto es aconsejable que consideres este punto. Tómalo como una meta financiera porque servirá para los gastos del presente, como colegiaturas, compra de libros o útiles. Además, estarás construyendo un futuro en que puedan estudiar con tranquilidad.
Con la finalidad de lograrlo, algunas instituciones financieras ofrecen planes de ahorro educativo, como también hay opciones de seguros educativos que garantizan un desahogo económico al momento de iniciar los estudios, evitando que la falta de recursos sea un impedimento.
Una meta financiera relevante es crear un entorno seguro, cómodo y acogedor porque hacerlo resulta esencial para que tus hijos tengan un buen desarrollo. Es por eso que debes planear las mejoras necesarias en el hogar, con base en tus posibilidades financieras.
De esta forma, evalúa lo que es prioritario optimizar o arreglar y céntrate en ello, para después seguir con lo demás. Recuerda calcular tu capacidad de endeudamiento si decides solicitar un préstamo para llevar a cabo estas acciones.
Asegurar la protección ante posibles eventualidades demuestra un pensamiento preventivo y responsable.
Un seguro de salud te permitirá hacer frente a situaciones en donde llegue a darse alguna enfermedad grave en tu familia, haya un accidente o se requiera de una operación de manera inmediata sin que tu economía se desestabilice.
Por parte del seguro de vida, este garantiza que, si tú llegas a faltar, tu familia tendrá un respaldo financiero suficiente para estabilizarse económicamente.
Ahorrar para el futuro también implica juntar dinero para la vejez, quitando esa idea errónea de que los hijos deben de mantener a los padres cuando estos llegan a la tercera edad.
Pon el buen ejemplo asegurando al mismo tiempo una vejez digna con el ahorro voluntario regular a tu Afore y explorando alternativas de inversión que te den rendimientos a largo plazo.
Es clave que en todos estos pasos involucres a tus hijos y les enseñes por qué las cosas se hacen de cierta manera. Explícales la importancia de tener hábitos de ahorro y hacerlo en apartados específicos, de elaborar un presupuesto, la utilidad de los seguros y la relevancia de cuidar el dinero con paciencia y determinación.
Eso es educación financiera y les va a servir para que más adelante sean ordenados en sus finanzas sin dificultades.
Ser padre y establecer metas de este tipo puede parecer un desafío. Sin embargo, es posible lograrlo con disciplina y dedicación, hasta que el proceso se convierta en una costumbre agradable que sea la base de una sana economía familiar y motive a los chicos a cuidar de su propio dinero.
¡Decídete y construye un porvenir próspero para los tuyos!