
Los fraudes financieros están a la orden del día, especialmente contra personas de la tercera edad, quLos fraudes financieros están a la orden del día, especialmente contra personas de la tercera edad, quienes necesitan familiarizarse mejor con el entorno económico moderno, la tecnología y el manejo de recursos.
Según las últimas cifras reportadas por la CONDUSEF, durante el primer semestre de 2024, el 31.7% de las reclamaciones atendidas corresponden a posibles fraudes. En este contexto hay que considerar que los adultos mayores representan un grupo particularmente vulnerable ante estas situaciones y es crucial informarles sobre cómo detectar un fraude financiero.
En este artículo encontrarás consejos para evitar ser víctima de este delito y proteger tu dinero como un experto.
Básicamente, es cuando personas malintencionadas utilizan engaños, mentiras o documentos falsos para intentar robarte tu dinero y tus ahorros.
Estos fraudes se realizan de muchas formas. Por lo tanto, aquí te contaremos sobre algunos de los más comunes para que no te tomen desprevenido.
Ahora que tienes claro qué es un fraude financiero, veamos cuáles son los más usados contra la gente mayor. Toma nota:
Te llaman haciéndose pasar por empleados del banco o de otras instituciones. Con voz muy formal y algo apurada, te piden datos como tu número de cuenta, número de tarjeta o NIP, con la historia de que “detectaron movimientos raros” y es urgente verificar tu información.
De repente te ofrecen una inversión con ganancias impresionantes y sin ningún riesgo. Claro que es mentira, pero ellos insisten en que metas tu dinero ya mismo, porque es una “oportunidad única”, para no darte tiempo ni de pensarlo ni de consultarlo con alguien más.
El phishing se realiza usando correos electrónicos en que los delincuentes, por ejemplo, se hacen pasar por tu banco. Te mandan a sitios falsos que se parecen mucho a los reales, pidiéndote que “actualices tus datos”, para después usar esa información y vaciar tus cuentas.
Te informaremos sobre qué puedes hacer para no caer en estos engaños, así que:
No hay nada como estar al día. Mantente alerta a las noticias, a los comunicados de la CONDUSEF y el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), que habitualmente avisan sobre los nuevos delitos que van surgiendo. Mientras más sepas sobre cómo manejar tu dinero, más difícil será que te estafen.
Si te llega una oferta que suena demasiado buena, o alguien te contacta pidiendo tu información personal, tómate tu tiempo, desconfía (sanamente) y verifica por tu cuenta. Llama tú mismo al banco o investiga si esa “gran oportunidad” realmente existe. Dudar y confirmar te puede ahorrar muchos dolores de cabeza.
Para los servicios en línea, usa contraseñas que puedas recordar, pero que sean fuertes, con mayúsculas, minúsculas, números y algún símbolo. Si puedes, activa la verificación en dos pasos para que te manden un código extra a tu celular. Y cuidado con lo que publicas en redes sociales. A veces sin querer damos pistas sobre nuestras contraseñas.
Además de lo que ya vimos, hay algunas señales de alerta que te pueden salvar de un fraude. Si prestas atención a estas banderas rojas, podrás proteger tus ahorros:
A pesar de todas las precauciones, si llegaras a caer en alguna de estas trampas, esto es lo que debes hacer:
Primero, respira hondo y llama inmediatamente a tu banco para bloquear las tarjetas o cuentas afectadas. Esto evitará que te sigan quitando dinero.
Luego, ponte en contacto con la CONDUSEF al 55 53 400 999. Ellos te orientarán sobre qué camino seguir y si hay posibilidades de recuperar tu dinero. También puedes visitar su página web y llenar un formulario de asesoría.
Si metiste dinero en una inversión falsa, contacta directo a la CONDUSEF para que te digan dónde poner tu denuncia y qué papeles vas a necesitar.
Con todo lo que acabamos de conocer sobre los delitos más frecuentes y qué hacer en caso de un fraude financiero, ya estás mejor preparado para proteger tu dinero. Por último, te recomendamos actuar rápido si algo pasa y darles buenos consejos de educación financiera a tus amigos que quizás no están tan enterados.
Nunca es tarde para aprender cosas nuevas. Mantente alerta y tu bolsillo te lo agradecerá.