La clonación de tarjetas es uno de los múltiples métodos de estafa bancaria que tienen los delincuentes para poder obtener los datos de tus plásticos y hacer mal uso de ellos. Por lo cual debes de ser cuidadoso en cada movimiento que hagas con este tipo de productos financieros.
El fraude bancario se ha vuelto un problema para muchos mexicanos, con datos preocupantes que revelan 6,962 afectaciones por cada 100,000 habitantes, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE). Las tarjetas clonadas son uno de los trucos más comunes de los delincuentes. ¡Así que pon atención! Lo mejor es mantenerse informado y alerta para no caer en sus redes.
Para entrar de lleno al tema, debes de tener claro que la clonación de tarjetas es el robo de los datos que contiene el plástico, para que estos puedan utilizarse en compras electrónicas, con el número de 16 dígitos, la fecha de vencimiento, nombre del titular y el código de seguridad (CVV), que son los 3 dígitos al reverso.
Esto se logra por distintos métodos, tales como:
Se trata de la colocación de un dispositivo en los cajeros automáticos o las terminales, que se puede complementar con cámaras ocultas y teclados numéricos falsos (para copiar el NIP), el cual obtiene la información del plástico cuando se introduce.
El método de phishing es cuando los delincuentes envían correos a las personas, haciéndose pasar por una entidad bancaria. Al suplantar la identidad, le solicitan a la víctima introducir los datos de su tarjeta en una página web falsa, con un pretexto.
Consiste en infectar dispositivos como computadoras o celulares con software malicioso o malware. De este modo, el programa dedicado a robar información es capaz de obtener los datos de las tarjetas cuando se introducen para hacer algún movimiento financiero.
Es de los medios clásicos, y consiste en que alguien más manipule tu tarjeta al hacer un pago, por ejemplo, y pueda de ese modo anotar todos los datos necesarios para utilizarla sin que el titular se dé cuenta.
Ahora que sabes cómo pueden clonar una tarjeta de débito o crédito, te darás cuenta de que es un problema real y cercano en que cada transacción cuenta. Pon atención a estos consejos, ya que la seguridad no es cosa de suerte, sino de prevención:
Ya sea en un cajero automático o en un establecimiento para hacer un pago, no pierdas de vista tu tarjeta ni dejes que nadie más la manipule o se la lleve. Siempre haz los movimientos tú mismo y desconfía si alguien de la nada te ofrece ayuda.
Antes de insertar tu plástico en un sitio para pagar o para retirar dinero, verifica que no haya algún objeto o dispositivo extraño en las ranuras, teclados o carátulas completas sobrepuestas (en el caso de los cajeros). Si notas algo extraño, lo mejor será no utilizar el dispositivo en cuestión.
Considera a la banca móvil como tu aliada Revisa tus movimientos con frecuencia desde el celular. Si detectas algo extraño, ya sea una compra que no reconoces o un retiro que no hiciste, contacta al banco de inmediato. La rapidez es tu mejor defensa.
Los bancos ofrecen notificaciones en tiempo real para transferencias, compras y retiros. Configúralas en tu aplicación bancaria. Será como tener un aviso al instante de cualquier movimiento sospechoso.
Si recibes una llamada o correo de tu Institución Financiera pidiendo información de tu tarjeta, desconfía. Los bancos nunca solicitan datos personales por estos medios. La regla de oro: si tienes dudas, comunícate tú mismo al número oficial para verificar cualquier movimiento sospechoso.
Asimismo, no le des tu NIP (la clave de 4 dígitos con la que autorizas retiros y compras físicas) a nadie. Ni siquiera a las personas de confianza, ya que podrían extraviarlo o darlo a conocer sin querer. Además, cuando lo teclees, verifica que nadie lo esté viendo y tapa los movimientos de tus dedos para mayor discreción.
Protege tus tarjetas de crédito y débito siguiendo estos sencillos consejos. Al prevenir la clonación, disfrutarás de la tranquilidad de realizar tus transacciones diarias con total seguridad. ¡Evita contratiempos y resguarda tu dinero de manos ajenas!
Obtén más consejos sobre cómo proteger tus transacciones aquí. Recuerda: ¡La clave eres tú!