
Una vejez plena y llena de autosuficiencia es posible tomando las decisiones financieras adecuadas con suficiente anticipación.
Tomar decisiones financieras acertadas antes de los 60 años es clave para que, llegado el momento, tengas un retiro digno, tranquilo y con una situación económica estable. Por lo tanto, empieza a planear con anticipación, así tendrás una base sólida que te permita afrontar imprevistos y mantener tu estilo de vida sin depender de ayudas externas.
Pensar de este modo se vuelve crucial hoy en día, donde hay aproximadamente 52 adultos mayores por cada 100 niños, y se considera que para 2070 la cifra será de más del doble. Por eso, desde ahora debes tomar decisiones que aseguren tu estabilidad económica en la vejez.
Descubre cuáles son las decisiones financieras que mejor puedes aprovechar:
El fondo de emergencia es una cantidad de dinero que idealmente debe componerse de entre 3 meses y 6 meses de tus gastos básicos, y se tiene únicamente para utilizarse cuando surgen imprevistos. Por ejemplo, un accidente, enfermedades o tener que llevar a cabo reparaciones urgentes en la casa.
Es lo que comúnmente se denomina “colchón”, el cual evita que debas recurrir a los recursos que están destinados para el día a día.
Llegar a la tercera edad con una serie de deudas manejadas sin mucho cuidado puede ser más complicado que en otros momentos de la vida. Por ello, es fundamental enfocarse en terminar con los adeudos que representen mayor complejidad, como créditos automotrices, hipotecas y saldos significativos en tus tarjetas de crédito.
Lograr una reducción de deudas no solamente te permite tener más recursos para ahorrarlos o invertirlos, sino que te evita situaciones de estrés financiero.
El ahorro para el retiro es una de las herramientas más importantes a las que debes poner atención previo a cumplir los 60 años, pues dedicarle esfuerzo a este rubro de forma temprana permite que tu capital tenga un mayor crecimiento cuando llegues a esa edad y quieras disponer de tu dinero.
Para esto debes de estar pendiente de tu Afore, revisar tus estados de cuenta y hacer aportaciones de manera regular.
Las inversiones son de las soluciones más efectivas cuando se trata de expandir, fortalecer y proteger contra la inflación tu patrimonio, así que es una buena idea poner tu dinero a trabajar en uno de estos productos financieros.
Antes de invertir en un producto en específico, verifica que esté debidamente regulado y analiza tu propia tolerancia al riesgo.
Contrata seguros de salud, de vida e invalidez antes de tus 60 años. Así estarás cubierto si se requiere hacer gastos médicos fuertes. Además, tus familiares quedarán amparados en caso de que llegues a faltar o si a causa de algún accidente quedases impedido para trabajar.
Contar con un plan de sucesión financiera o hacer un testamento asegura que tus bienes y activos se distribuirán de acuerdo con tu voluntad, evitando que tu familia se vea envuelta en conflictos o procesos legales. A su vez, facilita el manejo de tu patrimonio.
Esta medida es de gran ayuda para la tranquilidad económica de tus herederos y la tuya en general porque evita conflictos por propiedades, objetos o fideicomisos. Para redactarlo, se recomienda que cuentes con la asesoría de un notario.
Establece lo que te gustaría hacer en tu vejez y adapta tus costumbres y estilo de vida de acuerdo a esos objetivos. Este proceso conlleva una evaluación a detalle de lo que quieres lograr, para después modificar la forma en la que manejas tu presupuesto, tus hábitos de consumo, las cantidades que ahorras y hacer una proyección de tus gastos a futuro.
Entre las recomendaciones más valiosas está la eliminación de las compras innecesarias. También buscar alternativas más económicas en transporte, entretenimiento, e incluso alimentación, para tener unas finanzas sanas que apunten hacia tus metas.
Estar al tanto de cuáles son las decisiones financieras que se deben tomar antes de los 60 años es no solamente útil, sino necesario para que en ese momento goces de un bienestar económico que te permita disfrutar de tu dinero sin preocupaciones ni depender de alguien más para hacer lo que quieras.