
Conoce todos los detalles de cómo planificar un presupuesto familiar y los elementos que lo componen.
¿Sabes qué es la planificación financiera familiar? Se refiere al proceso de gestionar los recursos económicos de una familia de manera efectiva y estratégica para alcanzar metas financieras a corto, mediano y largo plazo.
Implica tomar decisiones informadas sobre ingresos, gastos, ahorros, inversiones y deudas, con la finalidad de mejorar la estabilidad económica y alcanzar objetivos financieros específicos.
Seguramente sí, para la mayoría de las personas. Sin embargo, se puede contar con una guía que ayude a crear un presupuesto, que pueda seguirse fácilmente y que permita ver a detalle en qué se está gastando el dinero.
Tal vez te suene familiar la frustrante expresión: “Se me fue el dinero como agua”. Afortunadamente, cuando se aprende a organizar los ingresos y gastos, se logra disfrutar de una buena economía familiar y una vida financiera más saludable en todos los sentidos.
Es un plan que ayuda a organizar los gastos e ingresos para tomar el control del dinero en lugar de dejar que sea el dinero quien lo controle a uno.
Son importantes porque ayudan a medir los gastos, a planificar las finanzas y evitan que las personas pasen por apuros económicos constantemente, que, en muchos casos, se deben a no saber lo importante que es un presupuesto familiar.
Cuando estés listo para empezar a ahorrar dinero y mejorar tu salud financiera, seguir estos sencillos pasos te ayudará a crear un presupuesto familiar:
Esta es la primera recomendación que todos los especialistas hacen y, aunque parezca trillado, es la más importante. Se debe incluir cualquier fuente de ingresos, ya sea un trabajo de tiempo completo, un trabajo por horas, becas o subsidios.
Alquiler, hipoteca, agua, gas, electricidad, internet y todo aquello que es imprescindible pagar al mes. Luego, incluir otros gastos mensuales variables, como comida, transporte, pagos de tarjetas de crédito, etc.
PRO TIP: En caso de no estar seguro de cuánto se gasta en un área determinada, se recomienda llevar un registro minucioso de los gastos durante 30 días para poder identificarlos.
En caso de que se esté gastando más de lo que se gana, es el momento de realizar un ajuste de los gastos para que coincidan con los ingresos. De esta forma, se podrá ahorrar dinero para pagar deudas o invertir en el futuro.
No importa qué tan grande o pequeña sea una familia y tampoco qué tan holgado se viva. Dar un buen uso a los recursos no depende de ello.
La verdadera importancia de hacer un presupuesto es mantener, tanto las finanzas personales como las familiares, en orden y asegurar que cada centavo ganado con esfuerzo rinda más para tener la oportunidad de cumplir cualquier meta que se quiera alcanzar en el futuro.
Para poner en orden tu economía familiar, necesitas considerar los siguientes elementos:
Elemento | Descripción |
---|---|
Presupuesto | Elaboración de un presupuesto detallado que refleje los ingresos y gastos mensuales de la familia, para controlar el flujo de efectivo y detectar áreas de ajuste. |
Ahorro | Establecimiento de metas para ahorrar en emergencias, educación, retiro u otras necesidades a largo plazo, incluyendo la creación de un fondo de emergencia. |
Inversiones | Evaluación y selección de opciones de inversión acordes al perfil de riesgo y objetivos financieros para hacer crecer el patrimonio familiar. |
Manejo de deudas | Gestión responsable de las deudas, considerando la capacidad de pago y estrategias para reducir o eliminar deudas con intereses altos. |
Planificación futura | Proyección y preparación para gastos futuros importantes como educación universitaria, compra de vivienda, salud y retiro, con estrategias de financiamiento. |
Seguros | Análisis de las necesidades de seguros (vida, salud, hogar, automóvil) para proteger los activos y garantizar estabilidad financiera ante imprevistos. |
Ahora, al pensar en qué es la planificación financiera familiar, comprenderás que no solo se centra en administrar el dinero actual de manera efectiva, sino también en preparar el futuro financiero de la familia para garantizar la seguridad económica a largo plazo.
Es un proceso continuo que requiere revisión periódica y ajustes conforme cambian las circunstancias personales, económicas y familiares.
Hacer un presupuesto es muy fácil; sigue estos tres pasos:
1. Suma todos tus ingresos.
2. Identifica y suma todos tus gastos: alimentación, transporte, renta, ropa, calzado, servicios, etc.
3. Al total de tus ingresos, resta el monto de tus gastos.
El resultado de esta operación representa tu capacidad de ahorro o de endeudamiento en caso de que pienses adquirir un crédito.
En México, son varios los factores que impiden a los jóvenes tener una educación universitaria: La oferta limitada de espacios en universidades públicas, los altos costos en las universidades privadas, la inflación educativa que incrementa año con año; pero, sobre todo, la falta de previsión de los padres de familia.
Comienza temprano: La clave para construir un fondo de ahorro exitoso para la educación de tus hijos es empezar a ahorrar temprano. Cuanto antes empieces a ahorrar, más tiempo tendrás para acumular fondos y hacer crecer tu inversión.
Define tu objetivo: Establece un objetivo de ahorro claro y alcanzable. Considera el costo y el tipo de educación que deseas para tus hijos, así como el tiempo que tienes para ahorrar.
Un objetivo claro y definido te ayudará a enfocarte y a mantenerte motivado a medida que trabajas para hacerlo crecer.
Establece un plan: Una vez que tengas un objetivo claro, ¡crea un plan para lograrlo! Decide cuánto dinero puedes ahorrar regularmente, ya sea semanal, mensual o anualmente, y crea un presupuesto para incluir estas contribuciones en tus gastos regulares.
Mantén tus ahorros separados: Para evitar gastar accidentalmente tus ahorros destinados a la educación de tus hijos, considera mantener estos ahorros separados de tus otros fondos.
Abre una cuenta bancaria separada o utiliza una aplicación de gestión de ahorros para mantener tu dinero bien organizado y separado.
Revisa y ajusta regularmente: Revisa tu plan de ahorro periódicamente para asegurarte de que estás en el camino correcto para alcanzar tu objetivo. Si es necesario, ajústalo para reflejar cambios en tus finanzas o en el costo de la educación.
Como padre o madre, es natural que quieras priorizar el futuro de tus hijos por sobre el tuyo, pero cuando llega el momento de ahorrar para el futuro, también es importante asegurarse de tener el dinero suficiente para alcanzar tus metas para el retiro.
Lo primero que debes hacer es el cálculo de cuánto quieres recibir de pensión; esto te ayudará a saber cuánto debes comenzar a invertir y en qué, porque no todos los productos de inversión dan lo mismo de rendimiento.
Por ejemplo:
Según la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), si quieres tener una pensión de 10 mil 646 pesos mensuales y solo invertirás en tu Afore, debes ahorrar, al mes, unos seis mil 484 pesos, durante los siguientes 15 años. Suponiendo que tu Afore te dé el 4 por ciento anual.
¿Qué pasa si tu Afore no te da ese rendimiento?
Lo mejor será que busques otro instrumento de inversión con el que puedas alcanzar la pensión que tienes en mente e, incluso, un poco más, sin dañar tus gastos actuales.
Recuerda que, para que funcione, en tu presupuesto debes incluir el porcentaje de tus ingresos que destinarás a este ahorro y no únicamente lo que te sobra. Una buena idea es transferir a tu inversión, inmediatamente, el dinero, antes de que te lo gastes en otra cosa; incluso, si puedes, haz que esa transacción se realice automáticamente a inicios del mes, la quincena o la semana.
¡No lo olvides! Un presupuesto es para respetarse al 100%; si no, tendrás muchos problemas para alcanzar tu meta.
Para tener un retiro digno a los 65 años, necesitarás crear un presupuesto de gastos, ya sea mensual, quincenal o semanal. Esto te ayudará a gastar únicamente en lo que realmente necesitas.
Encuentra tu inversión:
Lo ideal es que encuentres varios productos de inversión, con el objetivo de que puedas diversificar lo mejor posible tu dinero y, así, reducir al máximo tu riesgo; o puedes encontrar uno que te permita hacerlo dentro de él.
PRO TIP: Elige productos que te paguen mensualmente. Así, si no eres muy disciplinado con tus finanzas, no tendrás la preocupación de gastarte todo el dinero de golpe cada inicio de año, sino que cada mes tendrás, por así decirlo, una renta.
El poder ahorrar para tu pensión dependerá del interés compuesto, que te ayudará a juntar dinero mucho más rápido. Así que, aunque ya estés retirado, continúa invirtiendo una parte de lo que ganes para asegurarte de tener dinero, sin importar cuántos años tengas.
Si de plano crees que no podrás seguir estos consejos porque eres un poco indisciplinado, recuerda que existen planes de retiro, que también funcionan como seguros de vida, que te obligarán a ahorrar cierta cantidad al mes, para que tengas un retiro digno.
¿Por qué es importante contratar seguros para tu familia? Al planificar y proteger el futuro de sus seres queridos, los padres no solo proporcionan seguridad y estabilidad en tiempos difíciles, sino que también dejan un legado de previsión y protección que durará más allá de su vida, además de estar protegidos ante futuras eventualidades sin desgastar su bolsillo.
Es entonces que te preguntarás cuáles son los mejores seguros que, como padre de familia, deberías contratar para mantener protegidos a tus seres queridos. Te damos a conocer todos los detalles al respecto.
El seguro de vida, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), es un mecanismo financiero diseñado para proporcionar seguridad económica a los beneficiarios en caso de:
Este tipo de protección se materializa a través de la firma de un contrato denominado póliza, en el cual la aseguradora se compromete a pagar una suma asegurada en los casos mencionados a cambio de pagos periódicos llamados primas.
Un instrumento vital para proteger la salud y el bienestar de la familia. Este tipo de seguro cubre los gastos derivados de lesiones, incapacidades, enfermedades y otras eventualidades que puedan afectar la integridad personal del asegurado.
Esto es especialmente importante, ya que puedes garantizar el acceso oportuno y adecuado a la atención médica necesaria en caso de enfermedad o lesión.
Además, al proteger la salud de la familia, puedes asegurar su bienestar y tranquilidad en caso de enfrentar situaciones médicas imprevistas, evitando así que los gastos médicos afecten significativamente la estabilidad financiera de tu hogar.
Si te preguntas qué es el plan de sucesión y por qué lo necesitas, debes saber que se trata de una herramienta importante para cualquier persona que posea un negocio u otro tipo de propiedad, porque te permite planificar el futuro de tu patrimonio en términos financieros y legales.
El plan de sucesión garantiza que tu familia u otros beneficiarios estarán atendidos en caso de que fallezcas. Mucha gente cree que el plan de sucesión y la planificación del patrimonio son solo para los ricos. Sin embargo, esto no es así. Todo el mundo puede beneficiarse de tener un plan de sucesión.
Conoce todo lo que debes hacer:
Haz un inventario de tus bienes: Empieza por hacer una lista de todas tus pertenencias, desde tu casa y tu coche hasta tus cuentas bancarias e inversiones. Esto te ayudará a determinar qué bienes deberás incluir en tu plan de sucesión.
Ten en cuenta las necesidades de tu familia: Piensa en las necesidades de tus seres queridos y en lo que querrás dejarles cuando ya no estés. Esto puede incluir:
Establece tus directrices: Ahora es el momento de decidir quién gestionará tu patrimonio y cumplirá tus deseos cuando faltes. Dependiendo de tu situación, puedes elegir un albacea, un fiduciario o ambos.
Revisa tus beneficiarios: Asegúrate de haber nombrado a las personas que deben heredar tus bienes después de tu muerte. Si aún no has nombrado a los beneficiarios, ¡ahora es el momento de hacerlo! Puedes nombrar a personas concretas o a un grupo de personas. Por ejemplo, podrías nombrar a tus futuros hijos como beneficiarios.
Ten en cuenta las leyes fiscales de tu estado: Los impuestos sobre el patrimonio pueden ser bastante complejos, por lo que es importante entender cómo afectarán a tu plan de sucesión. En algunos países no existe el impuesto sobre el patrimonio, mientras que otros tienen exenciones que permiten que los patrimonios hasta un determinado valor pasen sin impuestos.
Ayuda profesional: Incluso si te sientes cómodo creando un plan patrimonial básico por tu cuenta, siempre es una buena idea consultar con un abogado o planificador financiero. Ellos pueden ayudar a asegurar que tu plan cumpla con todos los requisitos legales y financieros y que funcione mejor para ti y tu familia.
Planifica para reevaluar: La planificación patrimonial o plan de sucesión no es un evento único; debe ser revisada periódicamente a medida que tu vida cambia y se promulgan nuevas leyes. Por tanto, al crear un plan de sucesión, hay algunos elementos clave que querrás asegurarte de incluir.
Testamento/fideicomiso: Un testamento es un documento que dicta cómo debe distribuirse tu patrimonio después de tu muerte. Un fideicomiso es un documento que nombra a un fideicomisario para que mantenga o administre los activos a favor de los beneficiarios.
Un poder notarial duradero: Permite designar a alguien para que tome decisiones financieras y legales en tu nombre si quedas incapacitado.
Designación de beneficiarios: También querrás nombrar beneficiarios para tus cuentas bancarias, cuentas de inversión y pólizas de seguro de vida.
Carta de intenciones: Un documento que describe tus deseos para el cuidado final de vida y los arreglos funerarios.
Poder notarial para la atención sanitaria: Permite designar a alguien para que tome decisiones médicas en tu nombre si quedas incapacitado.
Designación de tutores: Es posible que también quieras designar tutores para tus hijos menores si ambos padres fallecen simultáneamente.
La relevancia de cada uno de estos elementos varía de una persona a otra, por lo que es fundamental hablar con un abogado especializado en planificación patrimonial para crear un plan que satisfaga tus necesidades y circunstancias específicas.
La planificación financiera familiar no es un lujo, es una necesidad. Con un presupuesto, ahorro, manejo responsable de deudas, seguros e inversiones, puedes blindar tu presente y asegurar un futuro más estable para ti y tu familia.
Conoce las respuestas a estas preguntas:
Es el proceso de gestionar los ingresos, gastos, ahorros e inversiones de la familia para alcanzar metas financieras a corto, mediano y largo plazo.
Suma todos tus ingresos, lista tus gastos mensuales y ajusta tus gastos para no gastar más de lo que ganas, permitiendo así ahorrar o invertir.
Los seguros protegen la salud, la vida y los bienes de la familia, asegurando estabilidad financiera ante imprevistos y dejando un legado de protección.
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