Aventurarse en el mundo del emprendimiento es una de las decisiones más importantes en la vida de cualquier persona. No solamente apostarás por una idea, sino que pondrás en práctica tus habilidades para ejecutarla, tomando decisiones y aplicando los tips financieros que te permitan comenzar tu negocio.
Emprender es mucho más que abrir un negocio: es asumir la responsabilidad de administrar tu propio proyecto y saber que tus decisiones impactarán en tu presente y tu futuro.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2023 nacieron 1,678,326 empresas, superando a las poco más de 1.4 millones que cerraron. Esto se dio gracias a la recuperación económica post-COVID y la reapertura de los negocios.
En este sentido, no cabe duda que saber manejar finanzas, aplicar estrategias para crecer con estabilidad y buscar la rentabilidad son conocimientos que caracterizan a la cultura emprendedora y, por lo tanto, debes aprenderlos y perfeccionarlos para potenciar tus habilidades.
6 tips para ser un buen emprendedor
Considera los siguientes tips financieros que te ayudarán a crear las bases para darle rentabilidad a tu nuevo emprendimiento:
1. Separa tus finanzas personales
Uno de los errores más comunes es mezclar los gastos del hogar o personales con los de tu negocio, puesto que no solo desequilibra las cuentas, sino que impide que conozcas realmente tus ganancias según el tiempo-dinero invertido. Afortunadamente, es muy fácil evitar este error.
Necesitas mantener el orden, creando, por ejemplo, una cuenta bancaria para tu empresa o teniendo apartados específicos para los ingresos generados por las ventas. También cuida que el dinero destinado para tu hogar esté en una cuenta diferente y no olvides darte un salario, pues al recibir ese sueldo puedes ir separando todo para tu presupuesto y gastos personales.
Cuando tienes orden, sabes cuánto produce tu negocio y cuánto puedes destinar para ti. Así, tendrás una mejor visión de cómo está funcionando tu emprendimiento para crear estrategias que te permitan potenciarlo.
2. Elabora un plan financiero y establece metas claras
Ningún negocio prospera sin metas concretas. Para ello, se requiere un plan financiero que te ayude a dirigir tu emprendimiento, conociendo y evaluando los recursos que tienes.
Por ejemplo, si tu objetivo es recuperar tu inversión inicial en un año, arma tu planeación indicando cuánto tienes que vender cada mes, cuál es tu margen de utilidad y qué acciones realizarás para llegar a esa meta. De esta forma, tendrás mayor claridad sobre cómo llevar tu negocio, manteniendo la motivación y enfoque para lograr tus sueños.
Consejo extra: escribe tus metas en distintos plazos (corto, mediano y largo), revisa tus avances periódicamente y ajusta si es necesario para alcanzar cada objetivo.
3. Lleva un control detallado de ingresos y egresos
La cultura emprendedora no solo implica iniciativa, sino perfeccionar el manejo de las cuentas y números. Necesitas registrar cada venta y cada gasto, por pequeño que parezca, para entender el comportamiento de tu negocio y hacia dónde lo puedes proyectar.
Puedes realizar esta contabilidad en hojas de Excel o apoyarte en aplicaciones digitales que son fáciles de usar; lo importante aquí es que tengas todo el detalle de los gastos e ingresos.
Un registro detallado es la única forma de identificar áreas de oportunidad, optimizar recursos y tomar decisiones con información real.
4. Monitorea el flujo de caja constantemente
El flujo de caja (o flujo de efectivo) es la cantidad de dinero que entra y sale de tu negocio. Aunque tengas ventas, si los pagos tardan demasiado en llegar y, al mismo tiempo, tienes que cubrir gastos (proveedores, servicios, renta, etc.), podrías quedarte sin liquidez.
Un ejemplo clásico ocurre en negocios que venden a crédito: si otorgas plazos largos de pago, pero tus proveedores te exigen efectivo al contado, podrías quedarte sin dinero para operar. En sí, todo se trata de mantener el equilibrio.
Revisa tu flujo de caja cada semana, no solo al final del mes. Este es uno de los tips financieros más importantes, porque sin liquidez no hay forma de mantener una empresa en pie.
5. Guarda una reserva de capital para imprevistos y crecimiento
Así como es importante cubrir los gastos que van surgiendo en el negocio, también es crucial tener un ahorro para retos o situaciones inesperadas, como ventas bajas o fallas en la maquinaria.
Un buen consejo es destinar al menos el 10% de las ganancias mensuales a un fondo de emergencia para que ese dinero funcione como un seguro que mantendrá tu proyecto vivo en situaciones de crisis, o bien, que podrías aprovechar para aceptar oportunidades de expansión.
Lo ideal es que tengas los recursos suficientes para operar un mes sin ingresos.
6. Gestiona correctamente tus obligaciones fiscales
Una de tus obligaciones más importantes como emprendedor es revisar todo lo relacionado con la parte fiscal del negocio, como son tu inscripción al RFC, las declaraciones, facturación e impuestos, que son indispensables para trabajar en regla y evitar sanciones.
Si no tienes experiencia en el tema, uno de los tips para ser un buen emprendedor que no debes olvidar es acercarte a un contador desde el inicio. Este profesional puede ayudarte a elegir el régimen fiscal adecuado, aprovechar las deducciones y mantener tu contabilidad al día.
Recuerda buscar apoyo de profesionistas, como abogados y contadores, que te darán seguridad jurídica y económica para crecer.
¡Analiza y confía en tu emprendimiento!
Para lograr el éxito, se requiere mucho esfuerzo y entender bien cómo funciona para aplicar estrategias que lo hagan rentable.
Si quieres fortalecer tu camino en el emprendimiento, da el siguiente paso: regístrate en el programa Coppel Emprende y accede a orientación especializada que te ayudará a crecer con confianza y construir un negocio con futuro.
Preguntas frecuentes para emprendedores
1. ¿Qué es el flujo de caja y por qué es tan importante?
El flujo de caja (o cash flow) es el movimiento de dinero que entra y sale de tu emprendimiento. Importa porque, aunque tengas muchas ventas, si el dinero no llega a tiempo para cubrir tus gastos operativos (como salarios o proveedores), podrías quedarte sin liquidez y poner en riesgo la continuidad de tu negocio.
2. ¿Con qué frecuencia debo revisar las finanzas de mi emprendimiento?
Revisa el flujo de caja de forma semanal para detectar problemas de liquidez a tiempo. Un chequeo más profundo, como la contabilidad de ingresos y egresos, puede hacerse mensualmente, pero necesitas llevar un monitoreo constante para reaccionar en caso de imprevistos.
3. ¿Qué pasa si mi negocio no es rentable después de un tiempo?
Si tu emprendimiento no está dando ganancias, lo primero que debes analizar es tu flujo de caja y tu registro de ingresos y egresos. También identifica tus mayores gastos y si hay áreas donde puedes reducir costos. De igual forma, revisa tu estrategia de precios y evalúa si necesitas aumentar las ventas o diversificar tus productos o servicios.
Editorial Mejora tus Finanzas
