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¿Qué es un seguro educativo y por qué conviene tener uno?

¿Conoces el seguro educativo? Te contamos de qué trata y por qué conviene contratar uno para tus hijos.

Seguros
7 min
15 de diciembre 2025
Seguro educativo: Padre preparando a hija para que vaya a la escuela

La educación es el mejor regalo que les puedes dejar a tus hijos y un seguro educativo es una excelente herramienta de planificación financiera que puedes utilizar para que, pase lo que pase, garantices que terminen sus estudios.

De acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre Acceso y Permanencia en la Educación (ENAPE) del INEGI, el 14.2% de los jóvenes de 18 a 22 años no asistieron a la escuela por falta de dinero o recursos, teniendo uno de los mayores porcentajes respecto a adolescentes y niños de educación básica o media superior.

Y es que el costo de las universidades (licenciaturas o posgrados) incrementa año con año. En promedio, estudiar una carrera en México puede oscilar entre los $14,000 y $240,000 pesos, dependiendo de factores como la institución (si es pública o privada) y el programa de estudios.

Ante esta realidad, un seguro de educación no es un lujo, sino una necesidad fundamental. 

Uno de los principales factores del abandono escolar en la educación superior es la falta de dinero o recursos, de acuerdo con cifras del INEGI.

¿Qué es un seguro educativo y por qué es clave para el futuro de tus hijos?

Un seguro educativo o de educación garantiza que tus hijos continúen con sus estudios, ya que, al cumplir 18 años o la edad pactada en el contrato, podrán disponer del dinero para pagar gastos como colegiaturas, útiles o materiales, etc.

La clave de este producto es que funciona como una combinación del seguro de vida y una cuenta de ahorro a largo plazo.

La fórmula de protección + ahorro

El seguro de educación no se limita a ser un fondo de ahorro: su verdadero valor reside en la garantía de cumplimiento que ofrece, incluso si tú ya no puedes seguir pagando la póliza debido a una invalidez permanente o por fallecimiento.

  • Ahorro para la educación a largo plazo: Tú pagas la prima (mensual, trimestral o anual) durante un plazo definido (dependiendo de la edad de tu hija o hijo). La aseguradora invierte el dinero en instrumentos con rendimientos constantes para garantizar su crecimiento.
  • Seguro de vida: Si los padres o tutores (es decir, los contratantes o titulares de la póliza) llegan a tener una invalidez permanente o fallecen antes de que finalice el contrato, la aseguradora asume el pago de las primas restantes y entrega el dinero al beneficiario (los hijos) cuando cumplan la edad acordada.

Por lo tanto, al contratar un seguro de estudios para hijos, garantizas que no abandonen la escuela y les brindas un mejor futuro, independientemente de lo que suceda en la familia.

¿Qué cubre un seguro educativo?

Si bien las coberturas varían de acuerdo a la aseguradora, suele incluir:

  • Beneficio por supervivencia (entrega de la suma asegurada al final del contrato; puede ser en una sola exhibición o en parcialidades).
  • Seguro de vida por fallecimiento o invalidez permanente del contratante.
  • Exención de pago de primas por fallecimiento o invalidez permanente del contratante.

Antes de firmar, revisa que tu contrato indique las coberturas básicas y opcionales que incluye tu póliza. Así evitarás sorpresas o malentendidos cuando llegue el momento de reclamar la suma asegurada.

¿Cuáles son los requisitos para contratar un seguro educativo?

Generalmente, las aseguradoras solicitan al contratante o titular:

  • Identificación oficial vigente.
  • Comprobante de domicilio reciente.
  • Indicar la edad del menor o presentar un acta de nacimiento.
  • Responder un cuestionario de salud y completar la solicitud.

¿Cómo elegir el mejor seguro de educación?

Elegir la póliza adecuada requiere analizar cuidadosamente tus necesidades presentes y futuras:

  • Cálculo realista del monto: Contempla el costo anual o total de la universidad deseada (nacional o internacional) y, con base en esta estimación y la inflación proyectada, define la suma asegurada. También contempla tu capacidad de pago actual para conservar un nivel de deuda sano.
  • Define la moneda en la que invertirás: Lo recomendable es que elijas invertir en UDIs (Unidades de Inversión), dado que así protegerás el fondo contra la inflación. Igualmente, existe la posibilidad de ahorrar en moneda nacional o dólares, pero estas opciones pueden hacer que tu dinero pierda valor con el paso de los años (MXN) o sus rendimientos sean volátiles (USD).
  • Coberturas adicionales: Revisa qué coberturas extra puedes añadir a tu póliza (fallecimiento accidental del contratante, enfermedades terminales, protección del cónyuge, etc.) y confirma que puedas absorber el costo total sin desequilibrar tus finanzas.
  • Flexibilidad de plazos: Elige un plazo que te permita pagar las primas con desahogo, o bien, una póliza que admita pagos anticipados para liquidar el seguro en menor tiempo del estipulado.

En el cálculo del monto que necesites, añade un extra que considere materiales, útiles o transporte y alojamiento, si es que te gustaría enviar a tu hija o hijo a estudiar al extranjero.

seguro de estudios: niños en sala de clases

Beneficios de contratar un seguro educativo

El seguro educativo ofrece beneficios que van mucho más allá de simplemente tener dinero disponible para el futuro de tus hijos, pues prever el gasto educativo mejora significativamente tu planificación financiera:

  • Aprovechas el interés compuesto: Al iniciar el ahorro para la educación cuando tus hijos aún son pequeños, te beneficias del interés compuesto, es decir, generas rendimientos sobre los rendimientos. 
  • Te proteges contra la inflación: Si eliges pagar las primas en UDIs, tu dinero mantiene su poder adquisitivo.
  • Evitas el sobreendeudamiento: Un seguro de educación elimina la necesidad de pedir préstamos de último momento o de hipotecar tu casa para cubrir la colegiatura y demás gastos que, dependiendo de la carrera de tu hijo, pueden ser elevados.
  • Creas disciplina al ahorrar: Saber que el seguro es una inversión para el futuro de tus hijos te da la motivación necesaria para cumplir con tus pagos.
  • Obtienes beneficios fiscales: Al ser un ahorro para la educación con seguro de vida, puedes deducir impuestos en tu declaración anual. Asesórate con tu agente de seguros o un contador para revisar tus facturas y evitar errores.
  • Fomentas la previsión y educación financiera en tu familia: Al observar tu constancia, tus hijos aprenden con tu ejemplo y crecen con una mayor conciencia financiera.

Comparativa entre seguro educativo vs. inversiones tradicionales

Es común preguntarse si es mejor contratar un seguro de estudios para hijos o simplemente invertir dinero por cuenta propia. Aquí te compartimos una breve comparativa para que salgas de dudas.

CaracterísticaSeguro educativoFondo de inversión o ahorro tradicional
Entrega del capitalGarantizada, dado que el monto se entrega incluso si el contratante o titular fallece o tiene una invalidez permanente.Depende de tu disciplina para ahorrar o invertir. También puede haber riesgos de pérdida, dependiendo del tipo de inversión.
Seguro de vidaSuele estar incluido como cobertura básica. Esto respalda a los beneficiarios (tus hijos) en caso de que llegues a faltar o tengas algún accidente o enfermedad que te impida pagar las primas.No está incluido.
RendimientoEstable y moderado. Entre más pequeños sean tus hijos, puedes conseguir más rendimientos.Varía de acuerdo al tipo de fondo de inversión elegido.
Disciplina financieraForzosa, puesto que el impago resulta en la cancelación de la póliza.Voluntaria, ya que puedes cesar tus aportaciones, aumentarlas o reducirlas.

Aunque existen diversas opciones, el seguro tiene la ventaja insuperable de combinar los factores de póliza de vida + ahorro a largo plazo.

Ahorro para la educación: la importancia de empezar a tiempo

Para aprovechar al máximo un seguro educativo, el tiempo es fundamental. Cuanto más pequeño o joven sea tu hijo al contratar la póliza, más bajo será el costo de tu prima y el fondo tendrá un mayor plazo para generar rendimientos.

Por ejemplo, ahorrar un total de $200,000 pesos cuando tu hijo tiene 1 año de edad requiere de una prima (mensual, trimestral o anual) más baja, pues tendrás 17 años para liquidar el seguro. En cambio, pagar el mismo monto cuando tu hijo tiene 12 años aumenta la carga financiera y recibes menos intereses.

Adquirir un seguro de educación desde muy temprana edad no solo protege tu tranquilidad, sino que optimiza cada peso invertido, liberando tus finanzas para otros objetivos que pudieras tener para tu familia.

La educación, sin duda, es la mejor herencia. Al planificar con herramientas financieras sólidas como el seguro educativo, garantizas que el camino profesional de tus hijos esté libre de obstáculos económicos.

Preguntas frecuentes sobre el seguro educativo

Encuentra más información sobre el tema.

¿Qué pasa si mi hijo decide no estudiar?

Si tu hija o hijo decide no estudiar la universidad, aun así la suma del seguro se entrega al contratante (padre, madre o tutor) al vencimiento del plazo. El uso de ese dinero pasa a ser una decisión familiar y se puede destinar a otros fines, como un negocio o la adquisición de un bien.

¿Cuándo debo empezar a pagar un seguro de estudios para hijos?

Idealmente, debes empezar lo más pronto posible después del nacimiento de tu hijo. Esto te permite tener el plazo más largo disponible (hasta 18 o 20 años), lo que resulta en primas más bajas y maximiza los rendimientos del ahorro para la educación gracias al interés compuesto.

¿Qué pasa si necesito el dinero antes del plazo?

Si necesitas cancelar el seguro educativo o retirarlo de manera anticipada, revisa tu contrato para verificar si aplica el valor de rescate, es decir, la posibilidad de recuperar una parte del dinero aportado. Ten en cuenta que esto depende de la aseguradora y que el monto que recuperas será menor que la suma de las primas pagadas, ya que se aplican penalizaciones.

¿Cómo se calcula el monto que debo ahorrar para la educación universitaria?

Debes estimar el costo actual de las universidades donde te gustaría que estudiara tu hijo para obtener un promedio, aplicar una tasa de inflación educativa anual (que suele ser un 3% por encima de la inflación regular), considerar tus ingresos y gastos fijos actuales, así como tus planes a futuro.

Para un mejor cálculo, te sugerimos contactar a un asesor financiero para que te ayude a proyectar el monto ideal de acuerdo a tus circunstancias presentes y futuras.

¿Cómo se reclama el dinero del seguro educativo?

Al vencimiento del plazo (cuando el beneficiario cumple la edad pactada), el contratante debe comunicarse con la aseguradora. La entrega del dinero se realiza previa presentación de documentos de identificación y la póliza original.

¿El seguro educativo afecta mi Buró de Crédito?

No, el seguro educativo es una póliza de ahorro y protección, no un crédito, por lo que no se reporta al Buró. Pero, si pagas tus primas con tarjeta de crédito y no liquidas esa deuda con tu banco o financiera, sí puede afectar tu historial.

Recomendación del autor

Alegría Gutiérrez

Alegría Gutiérrez

Es Licenciada en Estudios Internacionales, por la Universidad Autónoma de Sinaloa, cuenta con Maestría en Tecnología Educativa por el Tecnológico de Monterrey. Su experiencia laboral es en el Área de Capacitación y Seguros. Alegría es una persona proactiva, le encanta el tenis, viajar y cocinar, pero su pasión más grande es su familia, considera que lograr un balance entre la vida familiar y profesional es la clave en su día a día.

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